No seas un reenviador de emails

Foto por Austin Distel en Unsplash

Los que empezamos nuestra carrera profesional a principios de los 2000’s -en mi caso, 2003- hemos escuchado con frecuencia el mal de “la máquina de café”.

La máquina de café solía ser el lugar de encuentro entre diferentes compañeros de una misma empresa, donde se daban conversaciones de todo tipo. Esta práctica se terminó conociendo como charla de máquina de café.

Las charlas de máquina de café podían ser productivas, o de lo más triviales. Una de las grandes ventajas que veo es la posibilidad de tener intercambios interesantes con otras personas que hoy, en tiempos de cuarentena por Covid-19, nos estamos perdiendo.

Como en casi todo en la vida, algo que en justa medida puede ser muy favorable, tiene la oportunidad de convertirse en algo peligroso para aquellos que abusan. Es decir, aquellas personas que pasan más tiempo en charlas de máquina de café que haciendo lo que tienen que hacer.

Hoy en día, con más herramientas y cada vez más tiempo atrás de algún tipo de pantalla, noto un mal incluso peor que el abuso de la charla de la máquina de café, y es lo que llamé:

El mal del reenviador de emails

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El costo ¿oculto? de la burocracia

Una de las discusiones más antiguas dentro del Management es relativa al ámbito de control (Span of Control, en inglés), que no es más que la cantidad de subordinados que debe tener un supervisor / gerente para que esa organización sea lo más eficiente posible.

En Estados Unidos hay 23,8 millones de Gerentes. Eso da un gerente cada 4,7 trabajadores. O visto de otra forma, los gerentes representan el 17,6% de la masa laboral americana, aunque recibe el 30% de la compensación total.

El autor se pregunta algo muy válido, y coincide con lo que muchos trabajadores también se preguntan:

¿Cuántos de esos 23,8 millones de gerentes realmente necesitamos?

Hace tiempo que distintas compañías vienen poniendo en práctica modelos con un span of control más amplio y no tan limitado como durante los 90 y 2000, pero antes de seguir, aclaremos el concepto.

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Mis “Primeros Pasos”, el lanzamiento de mi libro.

 

¡Que raro es escribir este post! Hace un poco más de un año empecé con un proyecto que veía muy lejano: Escribir mi primer libro. Ese primer libro hoy ya es una realidad pero como no sé hacerme la vida fácil, en lugar de escribir un libro, ¡me comprometí con 10! Si, Primeros Pasos es el Tomo 1 de 10 de la colección El Camino del Manager donde narro la aventura de un nuevo gerente que está dando sus primeros pasos como ejecutivo. Si quieren saber más sobre la colección, los invito a la comunidad online que creamos junto con un gran equipo de trabajo y colaboradores que escriben distintos artículos para profundizar los temas tratados a lo largo de los tomos.

Crear un libro desde una hoja en blanco fue un proceso completamente particular, con su propia curva de aprendizaje: Empecé por escribir con verborragia (se nota en el primer capítulo, que es casi el 25% del libro), sin planificación de lo que quería transmitir. Después de haber avanzado un poco y de leer algunos autores que contaban sus técnicas, empecé a tomarme con más calma el proceso y a pensar antes de escribir. Espero que aquellos que lo lean me digan que les pareció. A continuación dejo el Prólogo del libro, y al final podrás acceder al primer capítulo gratis.

Prólogo, Primeros Pasos

Según mi editor, si te interesó el título del libro y agarraste este ejemplar para ver de qué trata, tengo dos hojas para convencerte de que leas los próximos capítulos. Si, de hecho, te interesó el título, imagino que sos un flamante nuevo gerente en la organización en la que llevás trabajando algunos años, ¿me equivoco? Como nuevo gerente también imagino que tendrás muchas preguntas e incertidumbre. Pero quedate tranquilo, yo estuve ahí. Un equipo. Un negocio. Una porción de empresa bajo mi tutela, y yo que -más allá de unas ganas desbordantes- no tenía muy claro por dónde empezar. La colección “El Camino del Manager” es la recopilación de diez años de trabajo sintetizados en diez libros cortos que buscan aportarte, más que respuestas, herramientas que te ayuden a desarrollarte como ejecutivo.

Estos libros los escribí especialmente para vos y tuve en cuenta dos premisas:

1. No vas a tener tiempo para leer un libro muy extenso lleno de carga teórica, por lo tanto, voy a desarrollar los temas de forma sencilla y fáciles de leer.

2. El lenguaje técnico puede resultar aburrido y contraproducente así que voy a usar un lenguaje cotidiano con el objetivo de, una vez más, facilitar la lectura.

En este primer libro, Primeros Pasos, te voy a contar la historia del personaje que nos acompañará a lo largo de toda la aventura y sus primeras experiencias como gerente en la compañía en la que venía trabajando como especialista técnico. Experiencias en los que estará feliz pero también va a sentirse solo, por momentos ahogado en un mar de problemas que no sabe cómo solucionar, pero siempre encontrando el camino. Porque de eso se trata, de que juntos encontremos nuestro camino y disfrutemos el viaje. Pero debo ser honesto: ser gerente es mucho más de lo que vas a poder encontrar a continuación. Es más, estoy convencido que hoy, y a futuro aún en mayor medida, las organizaciones necesitan personas que tengan la sensibilidad necesaria para generar las comunidades que transformarán a esas organizaciones. Como gerentes podemos gestionar, coordinar, y tomar decisiones, pero serán los líderes quienes harán fuertes estas comunidades. Sabiendo esto y tomando el compromiso de colaborar en el desarrollo de líderes es que escribo la colección El Camino del Manager.

Si decidiste seguir adelante con los próximos capítulos, gracias por dejarme ser tu compañero en esta aventura y por compartir juntos esta historia. Ahora sí, ¡empecemos el viaje! (Si te gustó y queres leer el primer capítulo gratis, podes hacerlo desde acá).

Las inseguridades del Manager

Ser Ingeniero en Sistemas con 10 años de experiencia en desarrollo de aplicaciones móviles puede resultar en una gran ventaja competitiva a la hora de buscar un cambio de trabajo.

Una arquitecta con experiencia en obra civil imagino que se sentiría bastante confiada para hacer los planos de mi futura casa y ejecutar la obra, ¿no?

Pero un gerente, ¿con que seguridades cuenta? Pero antes de poder intentar contestar esta cuestión, me surge otra que está directamente relacionada: ¿Qué inseguridades tienen los gerentes?

Analicemos un poco como un profesional crece en una organización hasta ser Gerente:

  • Posiblemente empiece con un trabajo de entrada (entry level), como analista junior.
  • Mientras avanza en sus estudios, se empieza a especializar y logra ser analista semi senior.
  • Despues de un tiempo, esfuerzo y de conocer los procesos internos, es analista senior.
  • En paralelo a sus estudios, se certifica como Project Manager y le ofrecen hacerse cargo de la Oficina de Proyectos de su compañía.
  • Se recibe, termina la Universidad.
  • Lo nombran Project Manager Senior, teniendo bajo su responsabilidad los proyectos más complejos.
  • Después de un desempeño relativo superior, lo nombran Gerente de la Oficina de Proyectos

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Las grandes compañías como laboratorios de RRHH

Maduré profesionalmente en una compañía que, solo en Argentina contaba con más de 10.000 empleados en nómina y con más de 400.000 en todo el mundo (Si, ¡¡¡Cuatrocientos mil!!!). Por aquella época era común dirigir equipos de entre 50 y 100 personas, aunque había Managers con más de 300, o incluso 400 personas a cargo y con una estructura de mandos medios que tampoco llegaba a soportar semejante organización.

Contar con equipos tan grandes fuerza situaciones, brotan necesidades: Plan de carrera para asegurar el crecimiento profesional, Programas de formación de líderes, Coaching y Mentoring, Plan de Incentivos, y una larga lista de etcéteras podrían componer la lista.

Pero, ¿pasa esto mismo en una empresa de 5, 10, o 20 empleados? Bueno, siempre depende quien la dirija, pero en mi experiencia lo he visto pasar menos veces en relación a los gigantes de Fortune 500. La explicación que le encuentro a este fenómeno es, justamente, una cuestión de tamaño: Si podemos disponer del 1% del esfuerzo para sentarnos a diseñar e implementar estas prácticas, en un equipo de 10 personas, podríamos usar unas 210 horas aproximadamente (25 días al año, o 35 reuniones de 2 horas con tres integrantes). Si bien suena interesante, en mi experiencia esa cantidad de horas solo sería necesaria para hacer el diseño de alguna de las iniciativas, pero no se podría contar con más tiempo disponible para implementarlas. En cambio, en una empresa con 100 empleados, el tiempo es considerablemente mayor, ya sea para pensar y desarrollar la iniciativa, como para implementarla y analizar los resultados, todo en el mismo periodo.

Pablo es un amigo que trabajó en una multinacional por varios años y es un entusiasta de este tipo de iniciativas: Trabajó y lideró en comités para desarrollar todo tipo de iniciativas (jornadas outdoor para desarrollo de equipo –team building-, promociones en base a merito, desempeño y resultados y muchas más), y ahora es el responsable comercial de una compañía que, en Argentina, cuenta con 15 empleados en nómina. Cuando le comenté sobre este tema, me dijo:

– Tener equipos a cargo muy numerosos hacen que tengas que funcionar como “Recursos Humanos” para tu equipo, más allá que tu responsabilidad sean las operaciones. Cuando pasas a una compañía más chica, haber experimentado eso es un valor agregado enorme. En pocas palabras, la gran empresa te prepara y te permite experimentar junto con otros grandes profesionales para llenarte de experiencia y aplicarlo en compañías que no podrían hacer toda esa inversión de tiempo.

Como a Pablo, son muchas las personas que se foguean (se preparan) en grandes compañías, donde hay tiempo y recursos (aunque “solo” sea ese tiempo) para experimentar, aprender y formarse y después aplicarlo en sus nuevas posiciones. Pero también acá aparece un posible problema: Las grandes compañías realizan esa inversión para formar a sus profesionales para que otras compañías más pequeñas puedan aprovecharlo. Formar profesionales para que se vayan, ¿les suena? Pero bueno, ahí ya nos estamos metiendo en políticas de retención… Quizás un nuevo tópico donde invertir el tiempo, ¿no? (Nota: En lo personal siempre pensé que más vale formar gente que se vaya antes que no formarla y que se quede).

Si trabajas en una compañía pequeña y estas pensando ¡estoy frito!, tranquilo, no es así. Estas iniciativas vas a poder desarrollarlas pero, seguramente, a otro ritmo. Lo importante es que no dejes de hacerlo y lo mantengas como un tema a tratar en tu lista de tareas.

Si trabajas en una compañía grande, te recomiendo que aproveches al máximo los recursos que ésta provee, pero no pensando en que en breve te vas a pasar a una empresa más chica (eso te podría quitar el foco). Además, no podrías estar seguro de que eso va a pasar, ¿no?

 

¡Saludos!

 

Foto por Andy Todd